Electrificar el mundo

En el Londres victoriano más humilde, Michael Faraday
experimentó hasta sentar la base de la inducción,
dando paso nada menos que a motores y generadores
electromagnéticos. No muy lejos, en Escocia, James Clerk
Maxwell e convertía en el genio del electromagnetismo.
Thomas Edison llevó estos conocimientos al campo práctico
con sus más de mil patentes, entre ellas el telégrafo, el
fonógrafo y la bombilla. Con esta última quiso iluminar
ciudades enteras, pero eso no fue posible hasta que entró en
juego nuestro cuarto protagonista, Nikola Tesla, constructor
del primer motor de inducción de corriente alterna.
En la era de internet y de la inteligencia artificial, la
electricidad sigue ocupando un lugar decisivo, y buena
parte de nuestro progreso y bienestar se la debemos a estas
cuatro personalidades cuyas vidas e inventos se explican en
estas páginas.