Les nostres recomanacions i propostes

Es difícil leer o asistir a una obra de Liddell sin sentir que desde el principio estamos siendo increpados por ella. Indudablemente, este propósito no es abandonado en la que es la última creación de la autora. Podíamos decir que DÄMON se constituye como una obra que reivindica su propio derecho a ser defendida, (derecho que propiamente tuvo su repercusión en el festival de Avignon este mismo año) acción que atraviesa los propios goznes del tiempo resucitando y reivindicando la figura de Bergman a través de la representación guionizada de su propio funeral. En DÄMON, el ensamblaje Liddell-Bergman ataca frontalmente y sin piedad la crítica del arte, pero también consigue instaurar un espacio de apertura hacia lo sagrado. Qué hay más allá de nuestra propia vanidad, más allá de cualquier pacto que nos aleje de la soledad que nos constituye, qué persiste cuando lo inevitable – el contacto cara a cara con nuestra propia muerte- se hace efectivo. Dónde estamos cuando somos los peores enemigos para nosotros mismos, para la gente a la que amamos. Y lo más importante: cómo amar y situar la alegría en un mundo que es incapaz de asimilar la belleza de un acto poético.

Quizá el sentimiento más radical al que Liddell nos conduce sea asumir que estamos arrinconados en la esquina de una pared. Y una parte de nosotros mismos – quizá la más pequeña y a la que no solemos prestar atención – ansía responder. El destino de DÄMON no es otro que esta pregunta en la que, en raros momentos de autenticidad, nos sentimos obligados a corresponder. No son frecuentes los espacios donde todavía sintamos que hay un lugar para trascender, donde lo imposible cada día se torna más imposible. Es la pequeña pregunta por la que quizás muchas personas seguimos llenando el teatro o reseñando algunas de sus obras. Quien escribe no pretender aglutinar otra crítica más sobre la obra de una autora de sobra reconocida; ésta es, si puede llegar a serlo, una reivindicación por la pregunta que Liddell nos sigue incitando a contestar.