Son Eileen, Jim y Cowboy, particular trío de amigos y músicos, a los que se suma Sandino, o Jose Sin Acento o Polidori, el chófer, y que todo buen lector de Zanón reconocerá que es el protagonista de
Taxi, recuperado para esta gran novela que narra mucho más de lo que el argumento propone. Porque
Love song, que posiblemente narra una de las historias más tristes a la que nos podamos enfrentar, nos habla de cuando no nos queda espacio y lugar en la vida y así lo sentimos firmemente, como es el caso del trío musical, músicos de ese rock que no copa las listas de éxito (pero sí de calidad), y el antiguo taxista con una vida guardada en cajas de cartón cerradas en un piso igual cerrado: los cuatro cargan con demasiadas piedras en la mochila. Y de ese camino que cada uno emprende en la vida y que por más que queramos no podemos rehuir. Porque tras la particular gira veraniega del trío musical no hay sino el intento de recomponer su particular mundo, ni que sea por un rato, que quedó atrás, aunque delante no tengan sino el futuro que les espera (a los cuatro por igual), un futuro del que no pueden rehuir, aunque éste destino no queramos, mientras leemos la novela, esperar y aguardar.
Inolvidable.