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No hay transición energética posible bajo las circunstancias actuales. No es realista hablar del paso de una fuente de energía a otro como si la historia de la energía funcionase por fases que se sustituyen. Este es el argumento fuerte de “Sin transición”, el nuevo libro de Jean-Baptiste Fressoz, donde expone cómo las diferentes fuentes de energía, lejos de irse sustituyendo, se han ido complementando y retroalimentando para seguir creciendo exponencialmente hasta día de hoy. La historia por fases a la que estamos acostumbradas, des de su punto de vista parte más de una proyección ahistórica de un discurso futurista interesado en prever como se generará la energía en el futuro, que de un rigor histórico que permita entender el pasado y el clima actual.
Gracias a la edición de Arpa, por fin podemos leer en castellano a este reputado historiador de la ciencia y la tecnología. Fressoz nos acerca a la historia de la energía des de una perspectiva no centrada en las innovaciones sino en el uso real y fijándose en las interrelaciones de la producción energética y los materiales, circuitos económicos y dominaciones políticas necesarias para ello.
La crítica de Fressoz nos permite entender mejor la historia de la energía para poder analizar correctamente el presente de la situación climática y abordarla con la severidad que exige. Lejos de una idea de transición energética, lo que la realidad nos pide, es la reducción drástica del consumo energético, lo que el autor llama una “autoamputación energética voluntaria”.