La creatividad de Kate Tempest ha irrumpido en este país de manera explosiva. En los últimos meses ha actuado dos veces en Barcelona, la Bella Varsovia le ha traducido su último libro de poesía al castellano y en la Sala Beckett han representado su obra teatral,
Wasted. En el campo de la narrativa, se ha estrenado con
Cuando la vida te da un martillo, la versión novelada de su primer álbum
Everybody Down, y lo ha hecho con el mismo espíritu transgresor que inunda todo de su arte. Tempest sitúa su libro en el sudeste de Londres, de donde es ella, y cuenta la historia de cuatro personajes que rondan la treintena, como ella, también. Con un estilo directo que deja espacio al lenguaje y a las imágenes poéticas, la autora retrata una generación marcada por la precariedad laboral. Sin embargo, los personajes tienen en común la esperanza de un futuro mejor, pese al sentimiento de pertenecer a una sociedad cada vez menos humanizada.
La realidad que los rodea choca de frente con sus aspiraciones y su capacidad de sentirse conectados a algo, sea lo que sea. La autora grita a los cuatro vientos: está enfadada, está asustada, pero también ilusionada.