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Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Argentina dio cobijo a miles de exiliados, entre ellos a Alfredo Lowenstein, que, huyendo de la Alemania nazi, encontró en Buenos Aires un lugar donde empezar de cero. Consiguió abrirse camino creando diversos negocios y años más tarde, en 1974, su hijo menor inauguró Pumper Nic, la primera hamburguesería del país.

Copiado directamente del modelo americano y bajo un eslogan que ofrecía «una nueva forma de comer», Pumper Nic introdujo un concepto novedoso: se convirtió en el primer restaurante de fast food en Latinoamérica. El éxito fue rotundo. Un lugar de reunión desenfadado que conquistó a todo tipo de público y a todas las franjas de edad y que consiguió que sus clientes formaran largas colas de espera para probar la original oferta gastronómica. Se convirtió en un negocio millonario gracias a sus hamburguesas de carne argentina a la parrilla y llegó a tener más de veinte locales por toda Latinoamérica. La posterior llegada de gigantes como McDonald’s o Burger King terminó por hacer añicos el sueño argentino.

Solange Levinton relata con nostalgia el auge y la caída de esta mítica hamburguesería que marcó a varias generaciones y que consiguió sobrevivir durante dos décadas a los convulsos acontecimientos políticos y crisis económicas que atravesaron la segunda mitad del siglo XX en Argentina.

Reseñado por: Santiago Estañ