Les nostres recomanacions i propostes

Ressenya
Sònia Hernández
Los Pissimboni
Per Luis de Dios
6.6.2015

La atmósfera en la que se desenvuelven los personajes deja unos límites tan estrechos entre sueño y realidad que difícilmente el lector puede mantenerse al margen del mundo onírico de los Pissimboni, que para incrementar este clima perturbador aparecen como «seres incompletos», al igual que les sucede a los extranjeros; solamente cobran significado en el entorno de su casa, en la tierra de origen y en el imaginario familiar. Además, un melancólico y lejano pasado se intercala con un presente de resentimiento y discordia que enfrenta a los Pissimboni con los habitantes del Pueblo. Tanto unos como otros toman conciencia de sí mismos única y exclusivamente con la existencia del otro; los personajes de la novela consiguen crear una identidad propia anatematizando al rival, solamente creando una imagen negativa del otro consiguen autoafirmarse, considerando siempre al otro como algo diferente y perverso. De esta manera, el hogar en la colina, cubierto de hiedra, de los Pissimboni, como icono subconsciente de la cultura y la libertad, se enfrenta a la Casa del Pueblo, donde el oscurantismo burocrático crea unas rígidas normas de convivencia que los ciudadanos se ven obligados a cumplir.
Todo en este relato depende del lugar en el que se sitúa el protagonista, Yago Pissimboni, el cual busca una nueva narración para su existencia esclareciendo el nebuloso pasado y buscando en la infancia; porque todas las respuestas están allí, en aquella época en la que todos eran felices, aunque no lo recuerden.