Les nostres recomanacions i propostes

Los cómics de superhéroes nunca han sido un espejo lo suficientemente diverso para las mujeres, las bolleras y las personas trans. Pero para eso están editoriales como Continta me Tienes, que siempre apuesta por editar rarezas que escapan a la vista de miradas más centradas en el mercado que en el contenido y su potencial crítico. En este caso, nos regalan un cómic escrito por Irene Sala I Brotons y Marián Torres, creadoras del fanzine Parole de Queer, ilustrado por Carla Gallén, Miriam S. de Arcos, Belo C. Atance, Coco Guzmán, Uve Rivera, Amanda García Orozco, O.R.G.I.A, Sarah Jones, Dana Noche, Andonella y Femimutancia y prologado por Paul B. Preciado. Esta novela gráfica, en la que cada capítulo corre a cargo de une de les ilustradores, representa desde el humor situaciones de lesbofobia y violencia machista que a las mujeres y las personas disidentes nos suenan demasiado, a las que una SuperBollo que podríamos ser nosotres acude, no sin demora pero siempre llena de imaginación y de capacidad de resistencia.

Tras los hechos de violencia heterocispatriarcal que encontramos en los primeros capítulos se esconde una conspiración de la malvada L.E.F.A (Liga Exterminadora de Feminazis Antisistema), que es descubierta por una de las redactoras de la revista «Ovarios Liberados» y sacada a la luz pública ante la cámara de «Cuarto Misterio», presentada por Friker Jiménez. ¿Conseguirá SuperBollo superar su propia kriptonita, el fútbol televisado, para salvar a las mujeres, bolleras y trans de la conspiración de la L.E.F.A?

En esta novela gráfica encontramos, al fin, una superheroína con la que mujeres, bolleras y trans podemos identificarnos, porque eso de tener referentes ya sabemos que condiciona los imaginarios y por lo tanto las posibilidades vitales de las personas, algo en lo que los feminismos y las teorías lgtbiq y queer llevan trabajando ya un tiempo. Una SuperBollo que podría ser cualquiera, de andar por casa, una SuperBollo pública, que nos recuerda que nuestras propias estrategias cotidianas de resisitencia son revolucionarias porque, como dice Preciado, «no hay una sola manera de dibujar la revolución porque no hay una sola manera de ser transfeminista».