¡Los mayores no se callan!

¡Los mayores no se callan!
¡Es hora de ir al parque y Molly no puede esperar más! Va a ser increíble, emocionante y...
¡Oh no!
Los vecinos los han visto salir, y todos han empezado a hablar. Mucho. Los minutos parecen horas, las horas parecen días, y los días parecen eones...
Esta oda a la paciencia y a los dilemas universales infantiles explora lo difícil que es esperar... y por qué ningún niño debería tener que hacerlo.