Soportes y técnicas documentales. Causas de su deterioro

La plasmación del saber, de la ciencia, de las inquietudes y del progreso de la humanidad, ha dejado tras de sí un universo de objetos, continentes materiales y difusores de esa información. El libro es hasta este momento la estrella más brillante, pero la historia también se fijó sobre otros soportes documentales: en la piedra y en la cinta magnética con óxido de hierro; en el rollo de papiro o de microfilm; en un disco como el de Festos o en un disco óptico. Bibliotecas y archivos recopilan y transmiten todo este saber generación tras generación, para lo cual, deben responder de la conservación de estos objetos materiales, algunos de ellos, verdaderas piezas de museo. Estos artefactos documentales, tan distintos en sus componentes y formas tienen en común el estar constituidos por dos elementos principales: por un lado el sustrato de la información y por otro el medio utilizado para materializar los signos, imágenes o sonidos que conforman el contenido. Esto es válido igual para un rollo de papiro que para una fotocopia. También forman parte del objeto documental los sistemas que permiten su protección primaria y su funcionalidad, tales como encuadernaciones y montajes.