Els oficis de la pell a la Catalunya preindustrial

Los oficios de la piel han mantenido a lo largo de los siglos rasgos de un arcaísmo tecnológico exasperante, y este hecho ha condicionado la distribución geográfica del oficio y las particularidades arquitectónicas y urbanísticas de los barrios de las tenerías. El oficio de los curtidores se adaptaba a los recursos disponibles, fundamentalmente a la existencia de cursos de agua (balsas, fuentes, regueras o acequias) y a las facilidades de acceso a las primeras materias: pieles, cueros y sustancias tánicas para el curtido.

Esta realidad explica la gran dispersión geográfica de los obradores del oficio en la Cataluña medieval y moderna, la mayoría de los cuales eran de dimensiones reducidas y se dedicaban al autoconsumo local o comarcal. Aun así, destacaban unos cuántos núcleos curtidores de mayor entidad (Vic, Igualada, Reos, Olot, Girona, Figueres, Manresa, Vilafranca, Lleida...), que también fabricaban para la venta a mercados exteriores y, muy especialmente, en Barcelona y en varios lugares de la Mediterránea.

Els oficis de la pell a la Catalunya preindustrial combina elementos históricos, patrimoniales y técnicos del ramo de la piel. En primer lugar, analiza la configuración geográfica de los oficios de la piel y, en segundo lugar, estudia el funcionamiento, la organización del trabajo y la tipología arquitectónica de las tenerías.