Les nostres recomanacions i propostes

La mezcla de abstracción y de hechos jurídicos o políticos casi periodísticos han hecho de Hannah Arendt una filósofa atípica. En cada regulación, desobediencia jurídica o enmienda de la Constitución encuentra ella un consentimiento conceptual. La objetividad de la ley y su relación con cada conciencia moral particular fueron, por lo menos a partir del caso Eichmann, el núcleo de su reflexión. Los ensayos políticos reunidos en este volumen bien lo demuestran. Habla de la refugiada que un día fue ella y de la Alemania de posguerra, de Martin Luther King y de los movimientos de disidencia contra la guerra del Vietnam, del Watergate y de la Constitución americana. Pero lo que para otros serían vaivenes del acaecer político, son para ella materializaciones de los cambios de nuestra relación con la ley.

Piensa su presente y demuestra por qué este presente debería interesar también a las generaciones futuras. Sus reflexiones acerca de la desobediencia civil, que en los años 70 tuvieron sus primeras apariciones multitudinarias en EE.UU., nos resultan especialmente paradigmáticas. ¿Se puede desobedecer la ley apelando a su carácter injusto? ¿O eso nos lleva a la vieja connivencia entre moralidad y legalidad en la que se instaló Eichmann? ¿Desobedecer es aceptar el castigo, o impugnarlo también a su vez? De Sócrates a la objeción de conciencia, Arendt ejemplifica todas estas formas conceptuales. Pero no esperen soluciones: fiel a su ética filosófica, Hannah Arendt discierne, pero no juzga.

Miquel Àngel Riera