Irse yendo

Irse yendo
«Irse yendo es, como Macbeth (obra dentro
de esta obra), una pieza de acción, en las
antípodas de la prescripción moral o política.
No se disecciona la ley de enjuiciamiento civil
ni se explican las reglas del neoliberalismo ni
las lógicas sociológicas de la gentrificación.
Connaturalizada por la realidad que retrata,
no otra que el frenesí del capitalismo
hípster montevideano sumado al frenesí
epistemológico de la narradora, su prosa es
una chispa comepólvora capaz de dar cuenta
con todo lujo de detalles de la vida de una
familia entera y de un momento histórico en
algo menos de 200 páginas».