Perturbaciones atmosféricas



Perturbaciones atmosféricas


Una tarde cualquiera en Nueva York, el psiquiatra Leo Liebenstein se da cuenta de que la mujer que ha entrado en su casa con un perro y actúa como Rema -su esposa de origen argentino sobre la que sabe casi todo pero también, en cierto sentido, poco y nada- no es Rema. O él cree que no es Rema. El simulacro, como él la llama, parece su mujer representada por alguien un poco mayor . El doctor Liebenstein, que narra la historia, emprende entonces la búsqueda de su esposa real en simultáneo con la búsqueda de uno de sus pacientes, que ha desaparecido, y cuya psicosis (la creencia en que puede controlar el clima) se encuentra tratando con una terapia experimental ideada por Rema: encargarle misiones atmosféricas en nombre del meteorólogo Tzvi Gal-Chen, miembro de la Real Academia de Meteorología. Todas estas variables se combinan en la resolución del misterio de la sustitución de Rema: el paciente perdido en acción, las investigaciones de Tzvi Gal-Chen, el origen argentino de Rema y su pasado familiar, la burocracia de la Real Academia de Meteorología. De modo que la pesquisa lo lleva primero a Buenos Aires y luego a la Patagonia, donde algunos de los enigmas se resuelven y otros, por supuesto, se despliegan. Comedia de enredos, historia de detectives, escrita a la manera de un relato clínico, Perturbaciones atmosféricas es ante todo una novela deliciosa sobre la dimensión ficcional de lo real, o la dimensión real de la ficción, que juega además con el costado poético de los lenguajes técnicos, el carácter tragicómico de las burocracias institucionales y la intuición de que el amor es, en esencia, un estado delirante.