La vida fósil

Un hombre lleva casi un cuarto de siglo trabajando en el mismo quiosco. Espacio minúsuclo en el que apenas caben las grandezas que un día soñó para su vida, esa vida ante la que duda haber opuesto la suficiente resistencia. Pero al menos le permite refugiarse. También tiene su casa invadida por un elenco femenino muy peculiar. Dará todos los pasos para llegar a la sabia conclusión de que la vida se divide en futuro (todo lo que anhelamos) y pasado (lo único que tenemos). El presente se concentra en los claros ojos azuels de sus hijas mellizas que lo escrutan desde su mundo aparte para recordarle que es, como toda célula viviente, un candidato a la fosilización. Incluso a la fosilización en vida.