Bosques negros, cielo azul


Bosques negros, cielo azul

Birdie es una joven madre soltera que trabaja como camarera en un hostal de carretera de Alaska. Su pequeña Emaleen se cría entre las mesas del bar y el bosque de enfrente, donde está su cabaña, con el apoyo de los vecinos y con su inseparable Thimblina, su amiga-libélula-hada imaginaria. Birdie adora a su hija, pero también le abruma su falta de libertad: para divertirse, para irse a pescar un día entero sola o para huir de su extenuante trabajo. Entonces un día aparece Arthur Neilsen en el hostal, un ermitaño siniestro de voz suave que solo baja al pueblo tras los cambios de estación. Arthur «el hombre de cuatro patas»; Arthur «el comemiel», lo llaman. Pero a Birdie no le importa lo que diga la gente: se ha enamorado y está decidida a marcharse con Emaleen a la cabaña perdida de Arthur, más allá del río Wolverine, a vivir entre caribúes, alces y arándanos azules.