Diario del seductor

Al apuesto y desocupado Johannes, tras pergeñar sus dos o tres cartitas diarias para su víctima, deleitar a sus parientes con su ingeniosa charla, recorrer las calles de la ciudad para descubrir nuevas presas entre las criaditas que pasean en su día libre y dar lecciones de seducción a novios tímidos, aún le queda tiempo de sobra para relatar sus progresos amatorios en un detallado diario donde nos cuenta el asedio, caída y destino final de la infortunada jovencita que descubre el amor en sus brazos. Escrita al parecer sobre la base real de los desgraciados amores del joven Kierkegaard, este Diario del seductor plantea al lector la sutil diferencia entre las artes de un casanova y las de un donjuán y le atrapa desde la primera página en su sutil intriga, que se lee con una mezcla de admiración hacia el virtuoso y horror ante el depravado.