Tres leyendas de colores

Tres leyendas de colores efectuó, historiográficamente hablando, algo que el ámbito dominicano —e incluso caribeño— resultaba inusual y hasta insólito. En este libro Mir recupera lo que, según él, constituyeron las tres primeras rebeliones en el Nuevo Mundo. Ocurridas esas rebeliones en la Isla Española en los inicios de la conquista y la colonización del Nuevo Mundo, ellas quedan signadas en la obra de Mir como momentos fundacionales de la tradición revolucionaria americana. La década de los cuarenta, cuando Mir escribió su libro, era un momento propicio para que el surgimiento de tal tipo de concepción ya que entonces en América Latina en general el populismo ocupaba un papel destacado en la política de la región. En la isla de Cuba, donde radicaba Mir entonces, el populismo, el marxismo y el nacionalismo insuflaban a varias agrupaciones políticas que aspiraban a transformar la sociedad. Por ende, es razonable pensar que Mir se vio influenciado por esa diversidad de corrientes, tendencias e ideologías. Ello nos brinda una perspectiva para comprender la novedad de Tres leyendas de colores; de ese rasgo se desprende esa modernidad que su autor identificó en su obra.