José Vento, La aventura de pintar

La obra de este pintor valenciano ha sido protagonista de la vanguardia plástica de los años 50 y 60. Su trayectoria no puede apreciarse sin comprender la ruptura que emprendieron los pintores informalistas y abstractos con la pintura de fórmulas academicistas. En particular, el hecho de que aquella ruptura convirtiese a la creación en un proceso de reinvención del arte desde sí mismo. A partir de ahí, la personal neofiguración, de profundos rasgos expresionistas, de José Vento, fue paulatinamente decantándose hacia la abstracción espacialista -en los juegos expresivos entre el gesto-signo y el plano-color- hacia el constructivismo cromático -con sus singulares propiedades de reverberación, vibración, tono, contraste-; dentro del que ha continuado explorando sus posibilidades expresivas. Su obra se despliega, año tras año, hacia la autonomía expresiva de la luz, del color, la geometría o la espacialidad; factores implicados en la ejecución de la obra que serían empleados a partir de entonces para crear la experiencia estética desde el interior mismo de su faclura.